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Notas
Mascagni y Leoncavallo son de Boca

Mascagni y Leoncavallo son de Boca (entrevista a Roberto Paternostro, en Ámbito Financiero de hoy)

Por Margarita Pollini

 

La dupla operística más famosa, la integrada por "Cavalleria rusticana" de Pietro Mascagni y "Pagliacci" de Ruggero Leoncavallo, regresa al Colón desde esta noche, con puesta en escena, escenografía (ambientada en Caminito, La Boca) e iluminación de José Cura, quien también asumirá el papel de Canio, y dirección musical de Roberto Paternostro. La producción de la Opéra Royal de Wallonie (Liège) tendrá más funciones el jueves 16 (la correspondiente al domingo 19, reprogramada por las elecciones), el viernes 17, el sábado 18 y el martes 21, en todos los casos a las 20.

 

"Cavalleria" tendrá un primer elenco (14, 16, 17 y 21) integrado por Enrique Folger (Turiddu), Leonardo Estévez (Alfio), Anabella Carnevali (Mamma Lucia), y Mariana Rewerski (Lola), mientras que en la función del 18 estos papeles serán interpretados por Fernando Chalabe, Emiliano Bulacios, Laura Domínguez y María Luisa Merino Ronda; en todas las representaciones Santuzza será Guadalupe Barrientos. En "Pagliacci" Cura, Fabián Veloz y Sergio Spina serán los únicos intérpretes de Canio, Tonio y Beppe, en tanto que los personajes de Nedda y Silvio serán abordados por Mónica Ferracani (14, 16, 17 y 21) y Daniela Tabernig (18) y Gustavo Ahualli (14,16, 17 y 21) y Ernesto Bauer (18). Participan el Coro de Niños preparado por César Bustamante, el Coro Estable por Miguel Martínez y la Orquesta Estable. Dialogamos con Paternostro:

 

Periodista: Estas óperas tienen muchas similitudes pero también muchas diferencias. ¿Cómo las percibe usted?

 

Roberto Paternostro: Para mí hubo una suerte de milagro en el período 1892-93 con los estrenos de "Manon Lescaut" de Puccini, "Falstaff" de Verdi y "Pagliacci" de Leoncavallo. Pero "Cavalleria" y "Pagliacci" no son parecidas. La instrumentación de "Pagliacci", por ejemplo, es más refinada. Hay una grabación de 1945 en La Scala de "Cavalleria" que es difícil de escuchar. Mascagni vivió unos 15 años en un hotel, desilusionado de la vida, porque hizo esta ópera muy joven, luego hizo muchísimas otras pero sólo ésta tuvo auténtico éxito. Y algo similar sucedió con Leoncavallo. Es algo extraño, es el caso inverso al de Verdi. Si bien la historia de ambas está marcada por la pasión y los celos, son obras muy diferentes. Yo soy conocido aquí como director de Wagner y Strauss, pero mi apellido es siciliano, mi familia es oriunda de allí, y ese temperamento está presente.

 

P.: ¿Y en cuanto a la escritura vocal?

 

R.P.: Ambas son muy difíciles para el tenor. Los personajes tienen puntos en común, sobre todo en el trío principal, soprano, tenor y barítono. No es una música analítica. Cuando hago Wagner o Strauss tengo que hacer un análisis; esto también está muy bien escrito, pero tan importante como el análisis es la emoción, el "pathos", la sangre.

 

P.: ¿Cómo es en general su primer encuentro con una partitura?

 

R.P.: Actualmente llegué a un punto en el que hice casi todas las óperas de Verdi, Puccini, Wagner y Strauss, además del repertorio sinfónico. Pero incluso cuando conozco muy bien una obra, cuando empiezo a trabajar, es siempre nuevo. Busco siempre mejorar, ver qué cosas podrían salir mejor. Nunca escucho mis discos ni veo los DVD de las producciones que dirijo, porque queda en la mente un recuerdo muy bello. Pero mi credo artístico es siempre empezar de nuevo, haga una sinfonía de Beethoven, "Rosenkavalier", "Elektra"... Por supuesto no puedo olvidar las cosas que hice o escuché, pero finalmente todo se mezcla.

 

P.: ¿Cuán en cuenta se tienen las dimensiones de la sala en un trabajo como éste?

 

R.P.: El lugar del director de orquesta es el peor de todo el teatro. Uno está en el foso, los cantantes cantan encima, y el sonido de la orquesta aturde. Es imposible percibir el balance. Por eso es fundamental que un asistente, o el director del coro, vayan al fondo de la sala y digan qué hay que corregir.

 

P.: ¿Cómo transcurre el trabajo con José Cura en su doble función de director de escena y protagonista?<p> </p>R.P.: Muy bien, nos conocemos desde hace muchos años. Es un trabajo tranquilo, estamos muy de acuerdo. Se trabaja con energía, hemos trabajado hasta nueve horas por día. El elenco es íntegramente argentino. Y yo me siento medio porteño después de tres años. Veremos cómo resulta.