Avanti a Lui

Notas


150 años de Enrico Caruso
 
En un día como hoy 25 de febrero hace 150 años nació en la via Santi Giovanni e Paolo N° 7 en Nápoles el que sin duda fue el cantante más popular durante la década del 20, uno de los pioneros de la música grabada y hasta hoy en día el sinónimo más recurrido al querer expresar las grandes dotes de un intérprete, me estoy refiriendo a Enrico Caruso, el aclamado tenor italiano poseedor de una técnica maravillosa acompañada de una entrañable belleza, un tono sin parangón y un volumen difícilmente igualable.

Fue el tercero de siete hermanos de los cuales solo tres llegaron a adultos. Existe una legenda urbana que cuenta que sus padres tuvieron 21 hijos de los cuales solo tres sobrevivieron a la infancia, pero es solo eso “una leyenda urbana”.

Transcurrió su infancia en su ciudad natal, y muy de chico comenzó a formar parte del coro parroquial. Cuando contaba con 10 años su padre lo llevó a trabajar con él como mecánico y más tarde fue aprendiz de un constructor de fuentes de agua. Durante sus posteriores viajes a Nápoles, ya famoso, solía señalar la fuente que había ayudado a instalar. 

Finalizado el período en que debió cumplir el servicio militar obligatorio mientras estudiaba con Vincenzo Lombardi y aún sin dominio de la técnica vocal necesaria el 15 de marzo de 1895 a la edad de 22 años hizo su debut profesional, en el Teatro Nuovo de Nápoles en la ópera L'amico Francesco, del compositor aficionado Mario Morelli, obra que no ha llegado hasta nuestros días.

Debutó en el Teatro alla Scala el 26 de diciembre de 1900 en el papel de Rodolfo en La bohème de Giacomo Puccini con dirección de Arturo Toscanini. Tres años después el 23 de noviembre de 1903 hizo su debut en la 19º Noche de apertura del Metropolitan Opera de Nueva York con Rigoletto, temporada en la cual además cantó Aida, Tosca, La bohème, Cavalleria rusticana e I pagliacci, La traviata, Lucia di Lammermoor, y L’elissir d’amore. 

Desde ese año y hasta su prematura muerte en 1921 fue protagonista de todas la Noches de apertura del Metropolitan Opera excepto en la de 1906, año en que Charles Rousselière hizo su debut en la compañía como Romeo en la afamada ópera de Charles Gounod. El coliseo neoyorquino fue el escenario más frecuentado del país en el cual hizo el mayor número de presentaciones: 861.

Caruso además de un gran intérprete y un enérgico entusiasta de las primeras grabaciones de ópera tuvo a su cargo diversas primeras interpretaciones de papeles de ópera como: Loris en Fedora de Umberto Giordano en el Teatro Lirico de Milán el 17 de noviembre de 1898, y en el mismo teatro el 6 de noviembre de 1902 interpretó por primera vez a Maurizio en Adriana Lecouvreur de Francesco Cilea, fue el creador del personaje de Federico Loewe en Germania de Alberto Franchetti el 11 de marzo de 1902 en el Teatro alla Scala y protagonista del primer western de la historia encarnando a Dick Johnson en La fanciulla del West de Puccini el 10 de diciembre de 1910 en el Metropolitan de Nueva York.

Mucho antes de iniciar su fulgurante carrera en Estados Unidos  la Argentina fue el primer país de América que tuvo el privilegio de deleitarse con su voz. El 14 de mayo de 1899, se presentó en el Teatro de la Opera de Buenos Aires el joven y desconocido tenor Enrico Caruso, para encarnar el personaje de Loris, en la ópera Fedora, primera audición en Buenos Aires de la obra de Umberto Giordano, con un elenco que se completaba con la afamada soprano Gemma Bellincioni, el barítono Delfino Menotti, y la dirección musical de Oscar Anselmi

Luego volvió en 1900, 1901, 1903, 1915 (oportunidad en que realizó una breve pero intensa gira que abarcó las ciudades de Rosario, Córdoba y Tucumán) y en 1917; en dichas oportunidades participó en 135 representaciones líricas y en 18 conciertos. Su repertorio operístico incluyó 22 óperas, de las cuales estrenó para el público porteño, la ya citada Fedora, Saffo, Iris, La reina de Saba (de Karl Goldmark), Yupanqui, Germania, Adriana Lecouvreur y Lodoletta. En total, Caruso convivió entre nosotros 546 días, siendo la Argentina el 3º país en el que permaneció más tiempo, solamente precedido por Estados Unidos e Italia.

Hizo su debut en el Teatro Colón el 26 de mayo de 1915 en I pagliacci de Ruggero Leoncavallo; además cantó Aida de Giuseppe Verdi junto a Rosa Raisa, Des Grieux de Manon Lescaut de Giacomo Puccini acompañando a Gilda dalla Rizza, Des Grieux en Manon de Jules Massenet con Geneviève Vix, y Edgardo en Lucia de Lammermoor de Gaetano Donizetti junto a Amelia Galli Curci.
En 1917 interpretó a Mario Cavaradossi en Tosca de Giacomo Puccini y nuevamente Des Grieux en Manon de Jules Massenet. Durante las funciones de Il barbiere di Siviglia, tal como se acostumbraba en ciertas funciones de la época, el 6 de julio Caruso hizo un pequeño concierto a beneficio del hospital Charing Cross de Londres acción que repitió el 13 de agosto a beneficio de las familias de reservistas italianos. Su actividad operística en el primer coliseo continuó con Nemorino de L’elissir d’amore de Gaetano Donizetti, Canio en I pagliacci, y Rodolfo en La bohème, finalizando con la interpretación de Flammen en Lodoletta de Pietro Mascagni.

El 19 de mayo de 1920 en una carta dirigida a Dorotthy, su esposa, desde el Hotel Sevilla de La Habana escribió: “Bracale se halla ahora conmigo, y me habla del Perú, Venezuela, Puerto Rico y otras ciudades y países, y temo que me haga perder mucho tiempo, porque tú sabes de qué forma los empresarios se esfuerzan por convencer a los artistas”. Pero antes de emprender la gira que seguramente lo traería nuevamente a nuestro país la vida de Caruso de apagó el 2 de agosto de 1921 a los 48 años en Nápoles, Reino de Italia.

Víctor Fernández